Razones más comunes para rechazar una herencia
Recibir una herencia es, casi siempre, una buena noticia, si dejamos aparte la pena que nos puede causar el fallecimiento del testador. Sin embargo, con cierta frecuencia las herencias traen consigo algunos problemas económicos y de gestión. Y, en ocasiones, estos problemas llevan a los herederos a plantearse la posibilidad de no aceptar la herencia.
Por eso, es común que muchas personas se pregunten qué hay que hacer y cómo se rechaza una herencia. Si tú también quieres averiguarlo, aquí te lo explicamos.
¿Es posible rechazar una herencia?
Según establece la legislación española, no es obligatorio aceptar una herencia. Nuestro Código Civil establece que aceptar y rechazar la herencia son actos totalmente libres y voluntarios. Pero, eso sí, se trata de una elección radical: o se acepta entera o se rechaza entera.
Así, la herencia se acepta en su totalidad, sin poder escoger unos bienes y rechazar otros. En consecuencia, se recibe tanto la parte que corresponda de los bienes, como la de todas las deudas que tuviera el testador. Tampoco es posible elegir recibir la herencia en una fecha futura. Con la aceptación, todos los efectos se retrotraen a la fecha de fallecimiento del testador.
En otras palabras: no podemos poner condiciones al aceptar una herencia.
La renuncia de las herencias
Repudiar es el nombre legal que recibe el acto de renunciar a una herencia. Pero para rechazar una herencia, es preciso que no la hayas aceptado antes. Y, más concretamente, que no hayas tomado decisiones que se consideren una aceptación tácita. Por ejemplo, si realizas una venta o donación del derecho a esa herencia, se considerará que la has aceptado de hecho. Lo mismo sucede si renuncias en favor de otros herederos a cambio de un precio.
Motivos para repudiar una herencia
Las causas por las que los herederos renuncian a su herencia son muy variadas, según las circunstancias. Las resumimos:
- Existencia de deudas: es la razón más frecuente, sobre todo si las deudas son muy elevadas. Como su aceptación pura y simple implica recibir todos los bienes y derechos (también las deudas), cabe esperar que no salga a cuenta recibir la herencia. La solución aquí podría ser la aceptación a beneficio de inventario. Con esto, el heredero solo queda obligado a asumir deudas hasta donde llegue el valor de los bienes heredados.
- Los impuestos: para aceptar una herencia es necesario hacer frente a determinados impuestos. El impuesto sobre sucesiones se convierte en un problema si los bienes son inmuebles, a los que hay que añadir, además, la plusvalía en caso de querer venderlos.
- Razones morales: a veces se piensa que lo justo es que la herencia la reciban otros herederos, por motivos económicos, de solidaridad o personales.
¿Cómo se rechaza una herencia?
Si has decidido repudiar una herencia, has de saber que es un trámite que se hace en escritura pública ante notario. Debes aportar la siguiente documentación:
- El DNI.
- El testamento.
- El certificado de últimas voluntades.
- El certificado de defunción.
El precio de rechazar una herencia incluye los honorarios del notario y, si los hay, de los asesores o tasadores que se necesiten para completar el proceso. En cuanto al plazo para repudiar una herencia, lo normal es que el notario que lleva el caso fije un plazo como mucho de 30 días para aceptarla o rechazarla.
En conclusión, renunciar a la herencia es lógico si la persona fallecida tenía muchas deudas en relación con el valor de su patrimonio, o si el heredero no es capaz de hacer frente a los impuestos que conlleva. Ahora bien, hay que tener en cuenta el carácter global e irreversible del rechazo. Con esto en mente, te aconsejamos que te asesores bien de la mano de abogados especialistas en la materia.
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